LA TUBA EN EL DIXIELAND – J. LUIS MARTIN ALVAREZ

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LA TUBA EN EL DIXIELAND – J. LUIS MARTIN ALVAREZ

La Tuba en el Dixieland

Autor: José Luís Martín Alvarez, Profesor de Tuba y Bombardino en el Conservatorio de Getafe.

Dixie 03 copiaCRONOLÓGICAMENTE….SITUEMOS EL ORIGEN DEL JAZZ

El Jazz tiene sus orígenes en los estados esclavistas del sur estadounidense (Alabama, Louisiana, Georgia, etc.), en los que los trabajadores esclavos de las plantaciones de algodón, en su mayoría africanos, cantaban sus melodías para sobrevivir al aterrador trabajo, e incluso para comunicarse; melodías que con el paso del tiempo se fueron ligando a las costumbres del nuevo continente (uniendo no solo sus instrumentos sino también sus ritmos y musicalidad) sin perder el sabor de sus orígenes. Las canciones de estos trabajadores fueron evolucionando en tres estilos generales. “Field Holler” es el nombre que se le dio a las melodías que usaban para comunicarse; una comunicación que no podía ser de forma hablada ya que les estaba prohibida. Las otras dos corrientes son los Blues y los Spirituals, dos estilos con una mayor personalidad fraguados en una sociedad lamentada por el sufrimiento de la explotación, pero capaz de expresar alegría en los momentos de gozo. Y es que así son los Blues y los Spirituals: Los primeros proceden de los cantos de melancolía que brotaban de las esclavas voces negras de los africanos mientras trabajaban, y es por esto que expresan dolor mediante la tristeza y la nostalgia.

Los segundos son el resultado de la cristianización de los esclavos; y es que en las ceremonias de las iglesias del sur los africanos expresaban su fe ligada a las danzas y los cánticos que usaban en los rituales a los que estaban acostumbrados, dándole a las misas un mayor aspecto de celebración y alegría. Con el fin de la guerra de secesión que tuvo lugar en Norteamérica a comienzos del siglo pasado se abolió la esclavitud y los negros que hasta entonces no habían tenido vida propia ahora se trasladaban a las ciudades para trabajar e integrarse como personas libres. Este hecho les dio la posibilidad de hacer cosas que antes no podían: ahora tenían dinero y tiempo libre que la mayoría dedicaron al único hobby que les quedaba intacto: la música. Así, comenzaron a comprarse instrumentos empujando su capacidad interpretativa que hasta entonces había estado limitada por instrumentos que, con pobres materiales, ellos mismos fabricaban. Sólo había un problema, no tenían conocimiento alguno acerca de la teoría o la técnica de la música y las posibilidades para adquirirlo eran escasas, pero sí había algo que sabían hacer, sabían improvisar melodías y ritmos. Así, con gran ímpetu de aprendizaje, observaban con atención como se tocaban los instrumentos en las agrupaciones que había en las ciudades: bandas militares, que ya solo desfilaban para entretener a los ciudadanos, agrupaciones de iglesias y otras orquestas, almacenando en su conocimiento no solo la técnica, sino también el estilo que cada uno impregnaba en su música. Esto lo unieron a su forma de interpretar, tocando los instrumentos como si fueran una extensión de sus voces, y a su música de estilo particular (Blues y Spirituals) dando como resultado melodías llenas de adornos que apenas pueden escribirse y una expresión de sentimientos tan dispares como la angustia y el gozo, la alegría y la melancolía que también se alojan en su ritmo.

Todo este boom de creatividad tuvo su mayor expresión en Nueva Orleáns, una ciudad con posibilidades culturales, por ser una ciudad rica en economía, que vio como el ansia de aprendizaje de los antiguos esclavos recogía en su labor lo más llamativo de cada estilo que les rodeaba y lo unía a su forma personal, plasmada durante su expresión en los Blues y Spirituals, dando lugar a un movimiento musical que sería la base de muchos estilos en décadas posteriores. Es por esto que Nueva Orleáns es conocida como la cuna del Jazz, porque vio a este estilo nacer en sus calles, sus cafés y sus clubes a cargo de un sin fin de complementos que guardaban la adecuada armonía entre sí.

Dixie 01 copia¿DONDE NACE EL DIXIELAND? – Controversia entre blancos y negros

En los principios del Jazz existía la controversia entre blancos y negros, en una pugna histórica en la que negros y blancos pugnaban por la capacidad de generar swing y de paso, disputarse la hegemonía y también, por que no, la paternidad de aquel sonido. La cuestión racial en los Estados Unidos no es una cosa baladí. Fue un combo blanco – La Original Dixieland Jass Band (ODJB)- quienes ayudados por la industria discográfica de entonces, tuvieron el privilegio y el honor de haber realizado las primeras grabaciones en estudio de la historia del jazz, imitando en 1917 la música negra de New Orleáns. Por otra parte, los músicos negros vieron limitados a principios del siglo XX su campo de actuación a burdeles, circuitos teatrales y locales exclusivamente para negros; incluso bien entrados los años treinta, los productores solo dejaban a los negros el camino de grabar en los llamados «Race records», una especie de sellos discográficos exclusivamente para negros.

La música criolla recorrió Estados Unidos de arriba a abajo y fue en Chicago donde aquellos sonidos negros fueron imitados con mayor naturalidad y sapiencia por los blancos. Los discos de la OJDB y los de la New Orleáns Rhythm Kings eran devorados por los ciudadanos de la «ciudad del viento» y aquel movimiento tomo cuerpo y nombre. Allí nació el estilo llamado Dixieland, aunque tuvo sus orígenes en New Orleans como estilo musical. Surgido como contraposición al jazz de los negros, limitado en principio a la simple imitación de aquellos sonidos del sur, el dixieland empezó a tomar cuerpo alrededor de un par de músicos fanáticos de los sonidos de New Orleáns y de la trompeta de Bix Beiderbecke:Eddie Condon y Bud Freeman. En la década de los cuarenta el dixieland, ya adulto, adquirió en New York gran popularidad. Sus solistas fueron celebres personajes y algunos como Jack Teagarden, miembro durante mucho tiempo de los famosos «All Stars» de Louis Armstrong, se convirtieron en verdaderos ídolos. Allí, trasladado desde 1932, Eddie Condonabriría su mítico club que serviría como pórtico y centro de reunión de los músicos que tocaban un jazz afín al suyo. «El Condon’s», abierto por primera vez en el 47 de Wes 3rd Street, fue durante mucho tiempo el mas perseverante club de jazz de New York después del «Village Vanguard» y escenario de los mejores momentos de una música que aun hoy tiene sus adeptos.

Dixie 02 copiaESTRUCTURA E INSTRUMENTACIÓN DEL DIXIELAND – EL PAPEL DE LA TUBA

El Dixieland, como movimiento musical intermedio entre el Jazz de Nueva Orleáns y el Jazz clásico, consta de tres partes: una improvisación colectiva o ensemble que ocupa el primer coro del tema, a continuación un solo individual acompañado de los instrumentos y para cerrar todos los instrumentos interpretan el tema de la pieza y la batería hace una coda de cuatro compases a lo que responde el resto de la banda.

La trompeta toca la melodía, y se le permite ‘decorar’ la melodía de acuerdo con su propia interpretación, sin alterar la melodía para que no se convierta en irreconocible por los profanos.

El clarinete a veces juega un papel en la armonía por encima de la línea melódica realizada por la trompeta, sin demasiado problema para el mismo ya que su tesitura es más aguda. Se espera también que sea capaz de improvisar con facilidad, ya que es más ágil en ese aspecto que otros instrumentos.

El trombón irá remarcando la nota principal de cada nuevo acorde, dentro de su improvisación.

El banjo, la tuba y la batería hacen una parte fundamentalmente rítmica, como en las Bandas de Música Tradicionales. En las primeras bandas de Dixieland, no se utilizaba Piano. El contrapunto en el jazz moderno tiene sus raíces directas en la música de las bandas de Dixieland y la música clásica, ya que desde muy temprano, ya en el barroco o en las construcciones de bajo continuo de JS Bach, se utilizaba un enfoque horizontal del bajo.

La Tuba en los principios del Dixieland juega el papel básico de marcar 1º y 5º grado del acorde. El papel de la tuba es engañosamente simple, pero esencialmente vital dentro de este período Dixieland. Sobre un compás de 2/2, se toca la tónica en el tiempo 1 y el quinto grado en el tiempo 2. En un 4/4, que aparecerá en el nuevo estilo Dixieland de Chicago, el tubista tocará fundamentalmente en los tiempos numerados 1 y 3, mientras que hará un silencio en los tiempos 2 y 4. Algunas de las primeras bandas de Dixieland de este período fueron las de Buddy Bolden, Jack Laine, Kid Ory, Keppard Freddie, King Oliver, y la Original Dixieland Jazz Band.

Durante y después de la Primera Guerra Mundial, los músicos de jazz viajan a Chicago y créan un nuevo estilo de Dixieland. Las diferencias técnicas entre el estilo de Chicago, que se desarrolló en la década de 1920, y el principio del Dixieland de New Orleáns son: añadir un Saxofón Tenor, sustituir la guitarra por el banjo, sustituir la tuba por el contrabajo y añadir piano. En cuanto a la rítmica, se pasa de compases binarios a compases cuaternarios, preferentemente. En ambos estilos se utiliza la trompeta, el trombón, el clarinete y la batería. El cambio de añadir Piano y suprimir la Tuba se produce porque las bandas ya suelen tocar como actuación para baile, y no como banda de marcha. La Original Dixieland Jazz Band añadió un saxofón barítono y un saxo alto en 1920. El papel del saxofón tocando en conjunto era comparable al del clarinete. La sensación rítmica en el estilo Dixieland Chicago pasó a acentuar sobre todo los pulsos 2 y 4, al contrario que el Dixieland predecesor, que remarcaba los pulsos 1 y 3. La razón de este cambio se debe a la inclusión del piano en estas bandas, ya que estos pianistas habían estado tocando ragtime con sus acentos fuera de los tiempos. El baterista de jazz, influenciado por el piano, comenzó a acentuar los pulsos segundo y cuarto. El contrabajista siguió a la mano izquierda del piano y remarcaba los pulsos uno y tres. La guitarra se amolda a los pulsos 2 y 4, aunque menos acentuados que el piano. Como conclusión sobre el uso de la tuba en el Dixieland, podemos deducir que esta se usó preferentemente para desfilar, mientras que el Contrabajo la sustituyó para conciertos, haciendo los dos el mismo papel en la formación.

En la actualidad, se combinan ambas formas de Dixieland, combinando músicos de cualquier tipo, raza o color, y usando la Tuba tanto para desfilar como para concierto de Dixieland, mientras que el Contrabajo está limitado solamente a la segunda opción. Hoy en día solo se considera el talento de cada músico y la calidad de las composiciones del Dixieland de una u otra época. En el mundo existen en la actualidad numerosos festivales dedicados a este estilo de jazz. En Europa destacan el de Breda (Países Bajos), Dresden (Alemania), Miskolc (Hungría) y Tarragona (España), el único dedicado a este género que se realiza en España.

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Jose Luis MartínJOSE LUIS MARTIN ALVAREZ

Nace en Madrid en 1973. A los 8 años comienza sus estudios musicales de forma académica, y a los 11 años ingresa en el Conservatorio Profesional de Música de Getafe, donde consigue los títulos de Profesor de Acordeón y Profesor de Tuba, este último de la mano de profesores como D. Pedro Botias.

Posteriormente, ingresa en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, donde realiza los estudios superiores de Tuba, de la mano del profesor D. Miguel Moreno Guna, consiguiendo el título de Profesor Superior de Tuba en 1996.

Posteriormente, recibe cursos de especialización de maestros como Mel Culbertson, Sam Pilafian (Universidad de Indiana), Jens Bjorn Larssen (Hannover Musik School) y Jon Sass (Austrian Brass Art).

En su labor musical clásica, ejerce como tubista del Grupo de Metales de Madrid (de 1991 a 1995), Orquesta Sinfónica de la Fundación Coca Cola (1996), Orquesta del Teatro Calderón de Madrid (de 1995 a 1997), Orquesta Clásica Santa Cecilia (desde 2008 hasta la actualidad) y de la Banda Municipal de Getafe (desde 1996 hasta la actualidad), actuando con algunas de estas formaciones en lugares como el Teatro Arriaga de Bilbao, Palau de la Música de Barcelona, Palau de la Música de Valencia o Auditorio Nacional de Música de Madrid.

En su labor musical jazzística, ejerce como tubista de la Orquesta de Jazz de la Escuela de Música Creativa de Madrid, J. Siankope & New Orleans Dixie Land Band, Spirits Music Jazz Band o Swing City, actuando con estas formaciones en numerosos festivales de Jazz como el de Vigo, Ibiza, Getxo o Toledo, y festivales de Blues como el de Cazorla (Jaén).

También ha sido tubista de musicales como “La maja de Goya” (1997) y grabaciones en trabajos discográficos, como el de Joaquín Sabina “Física y Química”.

Desde 2002 hasta 2012, ejerce como Profesor de Tuba del Conservatorio Profesional de Música “Victoria de los Ángeles” de Madrid, y actualmente ejerce de Profesor en la Escuela Municipal de Música “Maestro Gombau” de Getafe, además de dirigir el Quinteto de Tubas “Getuba” y la Big Band de Getafe.

 
 
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