ENTREVISTA A JUAN CARLOS RIBELLES

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ENTREVISTA A JUAN CARLOS RIBELLES

Entrevista a Juan Carlos Ribelles.

Realizada por Jonathan Vázquez, Profesor Tuba Conservatorio Superior de Música de Vigo.

 

 

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Nace en CARCER (Valencia) en 1965, donde comienza sus estudios musicales en la Academia de la Sociedad Musical.

En 1986 Termina los estudios de Grado Medio de Tuba en el Conservatorio “Maestro Vert” de Carcaixent (Valencia) donde consigue Matricula de Honor y Premio  Fin de Grado. 

Continúa sus estudios en el Conservatorio Superior de Valencia, donde obtiene el Título de Profesor Superior de Tuba en 1988.

Perfecciona sus conocimientos con prestigiosos profesores como Harvey Phillips (profesor de la Universidad de Indiana U.S.A.), Roger Bobo (solista de la Filarmónica de Los Angeles U.S.A.), Mel Culbertson (solista de la Orquesta Filarmónica de Radio Francia y profesor del Conservatorio Superior de Lyon), Miguel Navarro (solista de la Orquesta Nacional de España), Miguel Moreno (profesor del Conservatorio Superior de Madrid), entre los más destacados. 

 

 

 

Bienvenido Juan Carlos y en primer lugar, gracias por responder a estas preguntas para la revista de la AETYB.

1. ¿Cuáles han sido los instrumentistas de tuba , tanto a nivel nacional como
internacional, que influyeron en tu formación?
Después de haber cursado el grado medio y superior en Carcaixent y Valencia
respectivamente, con profesores que eran trombonistas, tuve que buscar referencias de
tubistas, a través de cursillos y clases particulares básicamente. Estamos hablando de la
década de los 80 donde había muchísimos menos referentes que ahora. Contestando a
tu pregunta a nivel nacional fueron Miguel Navarro y Miguel Moreno, y a nivel
internacional Harvey Phillips, Roger Bobo y el que más Mel Culbertson.

2. Nos podrías contar cual es el método de trabajo que utilizas con tus alumnos en
clases, modo de enfocarlas, y como practicas ciertos aspectos como sonido,
articulación, registro.
Mi método es adaptarme siempre a las características del alumno. Aunque soy fiel a la
programación de cada curso, intento prestar más atención a las debilidades de cada
alumno y sobre todo proporcionar una motivación a través de audiciones, concursos,
encuentros o exámenes, en las cuales al alumno se le propone metas a corto y medio
plazo que debe superar.
Hay que tener en cuenta el problema del poco tiempo del que disponen los alumnos
para estudiar y hay que optimizar al máximo las sesiones de estudio. Es por ello por lo
que busco, a través de ejercicios organizados en rutinas, que una rutina se pueda hacer
en 20-30 minutos y hayas trabajado las partes esenciales de la técnica. Evidentemente
si el alumno dispone de más tiempo puede trabajar más a fondo estos aspectos.
Las clases las divido en 2 partes: la primera es sobre la técnica, donde trabajamos los
aspectos como flexibilidad, escalas y arpegios, sonido, articulación, respiración, emisión,
tesituras etc.. y para ello me baso en ejercicios de respiración (con un control periódico
de la capacidad pulmonar), ejercicios de buzzing y boquilla, pero fundamentalmente en
las rutinas que he comentado antes, adaptadas para tuba y bombardino. Con estas
rutinas creo el hábito de repetir periódicamente los mismos ejercicios para mejorar
progresivamente la técnica. Además es una buena forma de empezar la clase porque
sirve también como calentamiento.
La segunda parte es para los estudios y obras, donde trabajamos la musicalidad
relacionando los aspectos técnicos con la interpretación. En la mayor parte de estos
estudios y obras uso acompañamientos de audio. Para mi es esencial trabajar las obras
integras; con la parte de piano, orquesta o el acompañamiento que sea. Se trabaja la
afinación, el ritmo y es la única manera de entender la obra, según mi opinión, porque si
no sólo trabajas una parte.
Al no disponer de la mayoría de estos audios, los he ido creando haciendo mi colección
de obras «minus one» usando la informática musical como herramienta.
Y además toco con ellos al principio. Creo que imitando se aprende mucho y les doy
seguridad. Luego tocan solos.

3. ¿Cuáles han sido los instrumentos que has tocado y con qué modelo de tuba
tocas actualmente y por qué?
Empecé con una Bohland & Fuchs, la tuba de la banda del pueblo, hasta que me
compré una Miraphone 86b para terminar el grado medio y afrontar con garantías el
grado superior las pruebas de la JONDE, las primeras oposiciones, etc..
Después en la Banda de San Sebastián (cuando existía) empecé usando una Alexander
porque era el instrumento de la Banda, pero preferí usar mi Miraphone. Todavía la uso
porque es una tuba muy equilibrada en sonido y afinación y perfecta para tocar en una
Banda.

Para los momentos de gran orquesta o cuando busco un sonido más grande y
envolvente uso la HIRSBRUNNER HBS 510. Es una tuba que me encanta su sonido y
agilidad a pesar de ser una 6/4.
En cuanto a tuba baja, uso una Yamaha en Fa Custom 822. Es un instrumento que tiene
un buen registro grave y un agudo brillante y la uso para tocar como solista y en
quinteto.
Para el bombardino uso un Willson 2900TA. Su sonido profundo, oscuro y muy rico en
armónicos.

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4. ¿Cómo ves la evolución de los tubas/bombardinos en tu zona de trabajo, cuáles
han sido los mayores cambios y avances?
La evolución de los tubas y bombardinos ha pasado de la mínima exigencia
instrumentística que era tocar en la banda del pueblo, a ingresar en los mejores
conservatorios superiores tanto del estado como extranjeros e incluso ser profesional.
Todavía queda mucho trabajo por hacer ya que falta extender por las escuelas de
música incluso en los conservatorios (por ejemplo el de Vitoria) que se imparta la
docencia de la tuba y bombardino por profesores especialistas.
Cuando empecé a dar clases (1989), el conservatorio de San Sebastián era Municipal y
en él impartía (dentro del plan 66) el grado elemental, medio y superior, y el mayor
cambio fue que las clases empezaran a darse por un profesor de tuba, ya que hasta
entonces eran impartidas por el Catedrático de Trombón.
Con la llegada de la LOGSE el Conservatorio paso a ser del Gobierno Vasco, con lo que
se quedó con el grado medio y el grado superior del plan 66 hasta su extinción. Era el
año 1994 y el grado elemental desapareció. También la banda y la orquesta cuyos
profesores en su gran mayoría pasaron a ser la plantilla de la escuela de música de San
Sebastián. La falta de planificación y elaboración de un mapa escolar de las
enseñanzas musicales en Guipúzcoa y sobre todo que no había profesores de tuba y
bombardino en las escuelas de música hizo que el número de alumnos fuera
menguando con el paso de los años ya que no había ningún tipo de promoción y por lo
tanto no había recambio generacional.
El Conservatorio tuvo que volver a impartir el grado elemental y a organizar muestras de
instrumentos para posibles nuevos alumnos invitando a los colegios a venir al
conservatorio y también a ir a los colegios.
Con el tiempo se ha ido incrementando el número de alumnos tanto en el conservatorio
como en las escuelas, ya que hemos hecho un poco más visible nuestro instrumento
organizando cursos y encuentros como Tubajaialdia. Además, algunos antiguos alumnos
ahora son profesores en las escuelas.

5. Eres promotor del festival TUBAJAIALDIA/METALTOP donde los más jóvenes
pasan un fin de semana fantástico entre conciertos, clases, conferencias etc…
¿Cómo surge esta idea? ¿Cuantas ediciones se han realizado? ¿Durante estos
años la evolución en la asistencia, así como el nivel de los participantes ha
mejorado, en que lo notas? ¿Qué planes de futuro existen para este festival, si se
pueden desvelar?
Personalmente tenía una inquietud. El bombardino y la tuba han sido instrumentos
desconocidos e infravalorados y a los que nadie presta atención y eso no me gustaba
nada. Además si por casualidad te escuchaban, se sorprendían. Había que hacer algo
para mostrar las posibilidades del instrumento y cambiar un poco la imagen.
Al principio era una simple comida al final de curso donde reunía a los alumnos actuales
y los antiguos para crear vínculos y que la relación se mantuviera. Pero de esta manera
no tenía acceso a los que eran aficionados y tocaban en sus respectivas Bandas.
Conseguir reunir al músico amateur de las bandas de la zona, que no había pasado por
el conservatorio, escuela de música, ni profesor de su especialidad y transmitirle algunos
conocimientos para su propio desarrollo como instrumentista sería algo genial y que
contribuiría a subir el nivel no sólo individual sino también de sus propias agrupaciones.

Un día dándole clase a Agustín Gimenez le comenté que estaría muy bien juntar a los
tubístas y bombardinistas de la zona para conocernos, en un plan de fiesta,
hermanamiento y puesta en común de experiencias. Agustín enseguida ofreció su
sociedad gastronómica para hacer una comida y ya que nos íbamos a juntar «habrá que
tocar algo» -dijo – y le contesté: » de eso me encargo yo».
A partir de ahí formamos un grupo de trabajo con nuestros contactos, como Oscar Abella
(solista de la (O.S.E.) que enseguida se ofreció, alumnos y ex-alumnos, y algunos
músicos de la banda de Azpeitia, y así se fue ampliando la red de contactos.
El primer año fue tal el éxito que nos ha llevado a realizar 9 ediciones consecutivas de
TUBAJAIALDIA (encuentro de tubas y bombardinos), más 2 METALTOP (encuentros de
metales).
La asistencia en cuanto a número ha sido muy parecida en todas las ediciones, pero han
ido variando las personas. Unos años han faltado unos (por circunstancias, fechas etc..)
y han venido otros nuevos y así todas las ediciones.
El nivel ha ido mejorado año tras año. Sobre todo porque cada vez hago arreglos más
difíciles e increíblemente montamos el concierto en un día.
El afán por mejorar en cada edición ha hecho que cada año llevemos cosas distintas
dentro de una estructura organizativa que se ha ido moldeando con el paso del tiempo.
Por ejemplo, que las masterclass sean impartidas por un profesor distinto, el repertorio
del concierto sea lo más divertido y variado posible, que haya exposiciones de
instrumentos y accesorios, hacer charlas que nos hablen de cómo mejorar, o escuchar
recitales, y sobre todo crear un buen ambiente.
Mi gran objetivo ha sido siempre que los más jóvenes y los que no lo son, aprendan
unos de otros y se lo pasen lo mejor posible.
En la próxima edición cumplimos el décimo aniversario y esperamos que sea una
edición especial con alguna sorpresa.

6. Además de tu faceta de profesor, también eres conocido por tus composiciones y
fantásticos arreglos para ensemble de tubas, ¿En qué te fijas a la hora de realizar
un arreglo para grupo de tubas y que consejos les darías a los que lo intentan?

Lo que más me cuesta es escoger un buen repertorio. Tiene que ser interesante,
atractivo, divertido… y a ser posible espectacular tanto para el músico como para los que
vienen a escuchar. En estas obras tienes que demostrar que no somos meros
instrumentos acompañantes sino que podemos tocar como otros.
Los que vienen por primera vez a escuchar suelen decir: «Una Banda de Tubas y
Bombardinos, eso no puede sonar bien» y luego, después del concierto quedan
sorprendidos y cambian totalmente de opinión.
Una de las cosas que tengo clara es que para que un arreglo funcione, tienes que
imaginar quien lo va a tocar y pienses en él a la hora de escribir su parte. Calcular las
posibilidades técnicas que ofrece cada parte y repartir el trabajo buscando no
sobrepasar el nivel. Por ejemplo los arreglos para Tubajaialdia, donde vienen desde
niños que acaban de empezar a profesionales, que todos deben sentirse importantes
dentro del grupo, divido las voces de más a menos dificultad (4 voces de bombardino y 4
de tuba). Si el arreglo es para una agrupación profesional o que todos tienen el mismo
nivel, repartes por igual la dificultad y busco un resultado sonoro más compacto.

7. Qué te parece la labor que está realizando AETYB en estos años de vida, se te
ocurre alguna idea que nos ayude a mejorar.
Me parece que su labor es muy importante y necesaria. Todo lo que se haga en favor
del desarrollo y difusión del mundo de la Tuba y el Bombardino me parecerá siempre
bien.
Felicito a todos los que forman parte de la A.E.T.Y.B y sobre todo a los que estáis al
frente por todo el trabajo que estáis haciendo.

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